EL PÁRROCO QUE HA PERDIDO LA BRÚJULA DE LA FE
A fines de Febrero salió una noticia acerca de un párroco de Ojo de Agua, en Saltillo (México) oficiaba la Misa de niños con una casulla especial, decorada con imágenes impresas en el centro de: Supermán, Batman y el Hombre Araña. El Padre Humberto Álvarez intenta así atraer la atención de los menores durante la Misa. Además, con una pistola de agua que lleva enredado un rosario de madera, les dispara agua bendita, El empleo de su pistola de plástico para disparar agua bendita dicen que no fue casual. Tras los primeros tiroteos en Saltillo, el miedo se instaló entre los habitantes. El Párroco de Ojo de Agua blandió entonces la pistola de juguete que le había regalado un niño diciendo : «te quiero disparar, pero con bendiciones; recibe este signo del agua bendita».
A Batman y Supermán los eligió porque sus historias «nos hablan de actitudes de lucha y esfuerzo, de lograr vencer temores, encontrar la paz y el perdón», explicaba así a la revista mexicana este sacerdote ordenado en 1999 y que forma parte del movimiento ciudadano #YoSoy132. «Jesús fue diferente y buscó la justicia siempre, debemos seguir su ejemplo», defiende.
A mi parecer a ese señor cura no le ha quedado claro el significado del uso de las vestiduras litúrgicas, y debe pensar que se trata de vestimentas de moda o tal vez un ropaje de maestro de ceremonia de un espectáculo circense, ciertamente creo que ésto último podría ser lo más aproximado a su imaginación, pues no tiene respeto a la ceremonia que preside.
La casulla simboliza el yugo de Cristo y de la caridad, o sea del amor hacia nosotros, representa el vestido de púrpura puesto a Jesús cuando le trataron en son de burla como rey, para ser luego coronado de espinas. El sacerdote como otro Cristo al ofrecer la Santa Misa, el Santo Sacrificio del Altar, es investido como el Señor, y será el mismo Cristo que se ofrecerá a su Padre desde la persona del sacerdote.
Grandioso misterio que nos envuelve en la mística de la presencia divina en la Eucaristía. No obstante, ¿por qué entonces imprimir en una casulla con la cual se va a ofrecer la Santa Misa, imágenes de seres fantásticos?, ¿Por qué fijar en la mente de los niños las figuras de “paladines de justicia, lucha y paz” que no existen?, Supermán un supuesto extraterrestre poseedor de grandes poderes con los que protege la tierra; y los otros dos Batman y Hombre Araña respectivamente, son “filántropos”, que con su propio dinero y su ciencia se ponen a disposición de la sociedad y sin cobrar por ello, a luchar continuamente contra el delito, ridiculizando o dejando de lado a aquellos que la sociedad les paga para que controlen y erradiquen la delincuencia y el abuso, ¡nada más absurdo! aunque solamente se tratan de héroes de historietas aceptables en TV o cine para niños.
Pero, de una ficción a convertirlos en parte de las vidas de los niños como si fueran reales, no solamente se trata de un insulto a la inteligencia sino una herejía, pues se involucra al hecho más Supremo y Sagrado para el ser humano como es el Santo Sacrificio de Cristo, donde el mismo Jesús se hace presente, y que ese sacerdote consciente o inconscientemente se mofa implícitamente, al manifestar a los niños, el subliminal razonamiento de que si esos superhéroes son una ficción, entonces son tan imaginarios como el mismo Jesucristo y que la misma Misa que él está diciendo no tiene mayor significado. Más aún, al declarar su motivo de colocar las imágenes de esos seres ficticios, los sitúa mejores que Nuestro Señor Jesucristo, incluso los ensalza como esforzados luchadores y vencedores por el bienestar de la gente, “pero que Jesús fue diferente, buscó justicia y por eso sigamos su ejemplo”. ¿Qué así nada más? ¿qué quiere decir con eso padre?, con esa afirmación cualquiera diría, ¡ah claro!, y halló justicia en la cruz dónde lo pusieron, ¿no es así?. Y es que está hablando de Cristo en paralelo con esos seres míticos, no poniendo a Nuestro Señor Jesús como el Salvador del Mundo que mediante esa Cruz redimió del pecado al género humano y venció a la muerte al resucitar y abrirnos las puertas de la vida eterna; tampoco lo llama el Rey de Reyes ni Dios hecho hombre, sino habla del Señor Jesús como un símbolo de búsqueda de justicia, mas casi como un fracasado, por eso el sacerdote dice : “Jesús fue diferente”, ¡claro! los “otros paladines de justicia” son idealizados como vencedores del mal, entonces eso revelaría porqué lleva sus imágenes como emblema en su casulla y no la imagen de Nuestro Señor. Claramente se nota que así se lo está inculcando sutilmente a los niños.
Creo que el presbítero en cuestión, debe estar impregnado de la teología de la liberación, donde la lucha por la justicia en la sociedad debe ser material, humanística y no la propuesta por Cristo, donde la verdadera redención o liberación del hombre se inicia con su conversión, la cual lo abre a la vida de la gracia lograda por Redención en la Cruz, siendo el fruto la paz en el corazón del hombre y de las familias, extendiéndose a la sociedad. Y si este sacerdote es un simpatizante de aquella ideología, podría entonces también explicarse que al utilizar un arma de juguete, con que dispara el agua bendita, está subliminalmente manifestando que el arma es una bendición : “disparo bendiciones” él mismo dice.
Entonces, para este sacerdote, el Sacrificio de Cristo no es nada, o en todo caso simplemente una mera simbología; porque ni siquiera con semejante proceder ¿quién podría afirmar que realmente tiene fe en Jesús?. Para ese señor cura que antepone a esos seres fantásticos a Cristo ante los niños, y también, los hace ver como ejemplos a seguir en la lucha por la justicia social ¿pueden con sus imaginarios poderes ser capaces de otorgar la salvación eterna, de curar la depresión, de darnos infinita misericordia, de amarnos sin medida, de perdonarnos siempre?. ¡No!, ¡por supuesto que no!, solamente lo puede Cristo, pero entonces, ¡Él es el verdadero Superhéroe, es el Rey del universo!, ¡y lo más grandioso : Él existe, es genuino!, esa verdad hay que enseñar a los niños, es la tarea del sacerdote fiel a su vocación que para lograr llegar al corazón de los fieles, no necesita de echar mano de cosas fuera de la fe, sino mostrar a Cristo en la cruz siempre sobre su pecho y grabado en su alma misma.
No creo que las Autoridades Eclesiásticas deban subestimar este tipo de hechos, porque presiento que detrás de esas “divertidas peculiaridades” como califican algunos de mente superficial; el maligno, se sirve de este Párroco que consciente o inconsciente ha perdido la brújula de la fe, a fin de elaborar algo siniestro en las mentes de quienes lo acogen inocentemente, ya que según dicen tiene a muchos niños encantados, pero estoy segura que eso ya no es obra de Dios, creo que es un efecto “Flautista de Hamelín” y eso sí sería peligroso; será cuestión de tiempo para que se vislumbre los hechos con mayor claridad, aunque ojalá no sea demasiado tarde para detenerlo.
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