Por Lic. Martha Tenorio Azaña
Me permito realizar una crítica al video ¿Ha dejado Francisco de ser Papa por ser hereje? que se publicó el 29-10-2018 en Adelante La Fe por Remnant.
El autor refiere a la duda respecto a la situación de Francisco hasta la fecha, acerca de si es Papa o no, debido a sus diversas manifestaciones en temas que contradicen la Doctrina de Cristo, respecto a no juzgar la sodomía, negar la inmortalidad del alma, realidad del infierno, pena de muerte inadmisible, así como distanciarse de sus predecesores atacando doctrinas morales fundamentales como Doctrina Moral : indisolubilidad del matrimonio y adúlteros que puede recibir la comunión. Agregándose también las declaraciones del Obispo Viganó, quien lo acusó de negligencia que permitió que se sodomice a menores y adolescentes.
Se define también que la herejía es negar la verdad revelada que la Iglesia ha definido claramente como tal, lo que ameritaría una separación de la Iglesia que puede ser espiritual y jurídica.
Desde aquí, transcribiré los textos del video, algunos que me parecen fundamentales o conceptuales los he resaltado en negrita. En los que creo conveniente analizar los he resaltado en color amarillo y lo que corresponde a mi opinión al respecto se encuentra entre paréntesis en texto de color rojo. Para mejor apreciación he colocado subtítulos en lo que respecta a Separación Espiritual de la Iglesia y Separación Jurídica de la Iglesia.
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"Por naturaleza la herejía separa de la Iglesia sin el juicio de la Iglesia.
Encíclica Mystici Corporis Christi del Papa Pío XII: “No todos los pecados, aunque graves, separan por su misma naturaleza al hombre del Cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el cisma, la herejía o la apostasía”.
¿Es cierto que si un Papa abraza la herejía, ésta por su propia naturaleza, lo aparta de la Iglesia, como sostienen constantemente los sedevacantistas?
La respuesta es afirmativa pero condicionada, como nos enseña Pío XII, eso sí debidamente entendida.
El problema radica en que los sedevacantistas no han sabido establecer una distinción fundamental entre la separación jurídica de la Iglesia y la separación espiritual.
SEPARACIÓN ESPIRITUAL DE LA IGLESIA
Cuando alguien rechaza a sabiendas o duda obstinadamente de una doctrina de la Iglesia que es de fe divina, peca de herejía formal y queda separado espiritualmente de la Iglesia. Al estar separado de la Iglesia deja de participar de los bienes espirituales de ésta, ésto obedece que el hereje formal pierde de inmediato la virtud sobrenatural de la fe junto con la gracia y resto de virtudes sobrenaturales. En este sentido espiritual, la herejía por su propia naturaleza separa de la Iglesia dada la incompatibilidad metafísica entre la fe cimiento de la vida sobrenatural y el pecado mortal de herejía.
Ahora bien, esta separación espiritual no resulta automáticamente en separación jurídica de la Iglesia. Esto quiere decir que la separación espiritual no es necesariamente motivo para que un Papa o cualquier otro sacerdote pierda su potestad o cargo en la Iglesia, ya que la potestad es una prerrogativa legal que no exige la virtud interior de la fe ni el influjo de la gracia a través de la Iglesia.
Esta es una cuestión fundamental que no han entendido los sedevacantistas y los que rechazan únicamente al Papa Francisco sobre todo cuando invocan la enseñanza de Pío XII en Mystici Corporis Christi. Este punto reviste particular importancia en la actualidad, porque muchos creen que Francisco no tiene fe sobrenatural (como sería al parecer si Francisco, intencionadamente ha protegido a sodomitas pederastas y hasta fomentado sus acciones, ya que no tendría temor al juicio de Dios).
Que dice Belarmino de la separación jurídica : En su célebre tratado “De Romano Pontifice”, San Roberto Belarmino explica los requisitos para la separación jurídica de la Iglesia. Alude al caso extremo de Novaciano, y es esencial para entender por qué el santo y doctor de la Iglesia puso ese ejemplo. Es un ejemplo extremo, porque Novaciano no se limitó a enseñar herejías; peor aún, abandonó abiertamente la Iglesia al negarse a reconocer a Cornelio, que era el verdadero Papa (como han hecho los sedevacantistas con los pontífices conciliares). (Este razonamiento es un sofisma, pues los sedevacantistas no están renegando de la fe verdadera, están señalando a los Papas postconciliares que incurrieron en herejía lo cual más adelante se verá que lleva a la separación espiritual de la Iglesia aunque no a la jurídica, son ellos y no los sedevacantistas quienes se han separado realmente, por lo que no puede compararse el cisma provocado por el antipapa Novaciano con la actitud de los sedevacantistas no cismáticos) y llegó a autoproclamarse Papa, como han hecho algunos sedevacantistas). (Este tipo de sedevacantistas si incurrieron ya en cisma, pues se hicieron otra Iglesia aparte).
Es decir, que Novaciano renegó del Papa y de la Iglesia como regla infalible de fe optando por otra regla (él mismo, como antipapa). (Novaciano ya había renegado a causa de la herejía incurrida y luego cisma, dando como efecto el desconocer la autoridad papal).
Que Belarmino ponga como ejemplo el caso de Novaciano revela a las claras que creía que es necesario abandonar de hecho la Iglesia (o ser declarado hereje por ésta) para perder el cargo y la potestad en la Iglesia (separación jurídica) (Novaciano perdió el cargo por herejía formal y luego provocar un cisma). Dice Belarmino : “Esta es la opinión de los Padres de la antigüedad, que enseñan unánimamente que los herejes manifiestos pierden toda potestad”, y de manera especial San Cipriano (Libro IV, epístola 2), que dice lo siguiente de Novaciano , que fue papa (antipapa) en el cisma que tuvo lugar durante el pontificado de San Cornelio : “No podría seguir ejerciendo el episcopado y, de haber sido ordenado prelado con anterioridad, se apartaría del Cuerpo de los que eran Obispos como él y de la unidad del Iglesia”.
Conclusión : En la crisis sin precedentes del papado que vivimos en la actualidad, con la herejía que impera entre el clero y la sodomía que desfiguran a la Iglesia en una medida impensable, los católicos se ven tentados a buscar una solución simple para quedarse tranquilos. Ciertamente que un Papa pueda promover semejantes males es uno de los enigmas más grandes que afrontan los católicos escandalizados. Este catastrófico pontificado ha trastornado la fe de muchos, como lo hizo la Pasión de Cristo con la mayoría de sus discípulos. (Este razonamiento es un sofisma. La comparación no es análoga. La Pasión de Cristo no fue comprendida por los discípulos, no en razón a que Cristo cambiara en el camino su doctrina o línea de acción las cuales permanecieron siempre inmutables; sino debido a que los discípulos se habían formado una idea distinta sobre su persona como un líder revolucionario político o de índole social, lo cual les resultó contradictorio al verlo morir en la cruz. En cambio, los católicos nos sorprendemos porque el denominado Líder de la Iglesia, quien representa a Cristo en la tierra, es quien trastoca su doctrina enseñada en el Depósito de la Fe y el Sagrado Magisterio por 2000 años, lo cual los católicos seguimos. En el primer caso, el trastocamiento no proviene del origen (Cristo) sino de los individuos (los apóstoles), en el segundo caso, el trastocamiento proviene del origen, afectando a los individuos). La solución a este enigma que promueven desde años, los sedevacantistas, es tomarse unas atribuciones que no les corresponden, argumentando a que la herejía, por su propia naturaleza, aparta de la Iglesia. (El que reconozcan que existe herejía en el Pontífice y que él no es parte de la Iglesia, no los hace culpables de nada, sino que no desean ser cómplices de aquello que es materia de error).
Como hemos explicado en este artículo podemos estar de acuerdo con ellos en los que se refiere al vínculo espiritual. Afirmamos que por su propia naturaleza, la herejía aparta de la Iglesia espiritualmente (quoad se), y además pone en situación de ser apartado jurídicamente (quoad nos) por las autoridades eclesiásticas). Dicho de otra manera : por su propia naturaleza, la herejía corta el vínculo espiritual formalmente, y el jurídico, como dice Van Noort, “dado que la herejía interna destruye la unidad interior de la fe de la que procede la unidad de profesión, aparta del cuerpo de la Iglesia, pero por el momento no lo hace formalmente”.
Separación Jurídica
La separación jurídica de la Iglesia se efectúa cuando las autoridades eclesiásticas reconocen externamente la separación (al dictaminar públicamente que la persona es hereje o que ha abandonado abiertamente la iglesia). En el caso del Papa, obsérvese que es el propio Cristo quien corta el vínculo del pontífice hereje con el pontificado (ya que la Iglesia no tiene autoridad sobre el Papa), (Esto es un error, las autoridades eclesiásticas son Iglesia, son representantes de ella) y Cristo no lo hará en secreto sin que se entere la Iglesia. Por eso Cristo puede seguir dándole la potestad incluso a un pontífice manifiestamente hereje en tanto que la Iglesia siga reconociéndolo como su cabeza. (¿Cristo puede aceptar el error? Confunde entregar un atributo de autoridad sobre las almas, con permitir una potestad de cargo. La Iglesia es Santa por su Fundador y sus Sacramentos, pero también es una organización compuesta por hombres con aciertos y errores. Dios permite que el ser humano actúe en su libre albedrío, lo que deviene que pueda haber errores, e incurrirse en pecados graves, no obstante, eso Dios no lo aprueba, pero lo permite como parte de la purificación de su Iglesia a estas infidelidades. En cuanto a la potestad de un cargo es un atributo legal). Cristo puede mantener en el cargo a un papa hereje porque la relación entre la herejía y la potestad no es totalmente incompatible en el aspecto metafísico, (¿No es totalmente incompatible? ¿En qué ó en cuanta parte es y en qué o cuánta parte no lo es? Pero claro que sí es incompatible, dado que la jurisdicción de las almas que tiene un Pontífice en la Iglesia, es de orden Sobrenatural, entregado por Jesucristo a quien ha hecho su Vicario y no un aspecto humano meramente legal). y lo hace porque no depone en secreto a un Vicario suyo mientras la Iglesia lo tolere y lo reconozca públicamente como jefe. (¿Cristo depende de la decisión de la gente o dependemos de la decisión de Cristo? Peligrosa afirmación ¿Y en el caso del profeta del anticristo? cuando gran sector de la Iglesia lo reconozca y lo tolere como su jefe, ¿Cristo le reconocerá su potestad?)
Lo confirma la enseñanza de Alejandro III (+1181) que enseñó que el “hereje mantiene su potestad en tanto que lo tolera la Iglesia; en el momento en que ésta lo desaprueba la pierde”. (Potestad es un término legal, indica una autoridad por el cargo, pero no indica legitimidad en su jurisdicción sobre las almas). Billuart enseña también que “Cristo, por particular providencia, en razón del bien común y de la paz de la Iglesia, continúa dando la potestad incluso a un pontífice patentamente hereje hasta que la Iglesia lo declare como tal”. Cayetano explica que “la potestad de jurisdicción (..) es por nombramiento humano; tanto el otorgarla como el retirarla son actos de juicios humanos.”.
A continuación, señal que la pérdida ipso facto de la potestad requiere un juicio humano y una sentencia declaratoria, en tanto que la excomunión ipso facto no lo requiere : “Se exige más para la Deposición del cargo que para la excomunión, ya que no hace falta una declaración para incurrir en censura, mientras que según los juristas sí es necesaria para la deposición”.
Esta doctrina la confirma igualmente el gran canonista Paul Layman S.J. (+1632). En su clásico texto Teología oral explica que si un Pontífice incurriera en herejía, e incluso en herejía patente, mantendría su potestad, en tanto que la Iglesia lo tolerase y reconociese públicamente como jefe (Por ignorancia del caso, de lo contrario, si se habla en términos legales, habría complicidad del delito, que en materia de herejía, serían igualmente herejes formales, aunque si lo siguen por desconocimiento, son herejes implícitos). : “Nótese, no obstante, que aunque afirmamos que el Sumo Pontífice como persona particular, podría hacerse hereje y dejar por lo tanto de ser verdadero miembro de la Iglesia (espiritualmente/quoad se), mientras que la Iglesia lo tolerara y reconociera como Pastor Universal seguiría gozando de potestad pontificia (jurídicamente/quoad noa) en tal medida que todos sus decretos tendrían la misma validez y autoridad que si fuera fiel. Esto obedece a que contribuye al gobierno de la iglesia, del mismo modo que en cualquier otra sociedad bien constituida los actos de un magistrado público tienen validez mientras permanezca en el cargo y se lo tolere oficialmente”. (Serían válidos los Decretos de nombramientos en cargos u otros, pero mientras no sean documentos de materia doctrinales donde podría incurrirse en errores de Magisterio, esto en razón al daño a la pastoral de las almas. Por tanto no confundir, actos de orden jurídico organizativo que son puramente humanos con los actos que supondría el peligroso magisterio de un hereje).
Lo cual, desde luego, tiene mucha lógica, ya que si Dios cortase en secreto el vínculo que une al hombre al pontificado mientras la Iglesia siguiera reconociéndolo como Vicario de Cristo, Dios engañaría en la práctica a la Iglesia, llevándola a seguir a un antipapa. (Este razonamiento es sofisma. Pues debe entenderse, que si un Papa enseña otra doctrina distinta a la de Cristo, ya es hereje, por tanto ha perdido los bienes y virtudes sobrenaturales, en cuanto automáticamente ya no tiene vínculo natural con la Iglesia. En consecuencia, no puede ser Vicario de Cristo quien no tiene vínculo con el Cuerpo Místico de Cristo, de quien dependería su jurisdicción y la legitima autoridad que Cristo otorga al Pontificado a fin de que “confirme en la fe a sus hermanos”, como se lo dio a San Pedro. En este caso, el hereje que sea denominado Papa, sólo se trata de una nominación de orden legal. Pero no podría llamarse antipapa, pues no se opone al Papa legítimo para colocarse en su lugar, lo cual no es el caso). Es decir, que habría un Papa legítimamente elegido y presentado a la Iglesia como tal por las autoridades eclesiásticas al que Dios habría depuesto en secreto. Ni que decir tiene que tal cosa es imposible, porque Dios no nos puede engañar. (Dios permite que la libertad del ser humano actúe, aun cuando haya injusticia y otras maldades en la sociedad o como en este caso, pueda ocupar la silla petrina un individuo indigno, sin embargo eso no significa que Él lo apruebe ni lo reconozca como su Vicario. Vicario no es sólo un representante, es quien ejerce las funciones del que sustituye en su lugar, ¿puede una persona ejercer las funciones de otra, quien no piensa, ni cree ni hace como la sustituida?. Dios es un Dios de orden, no se contradice, ni tampoco nos engaña porque para eso nos ha dejado el Santo Evangelio para que podamos hacer discernimiento entre lo bueno y lo malo, entre la espiga y la cizaña, e incluso San Pablo ya ha explicado : “Mas no es que haya otro Evangelio, sino que hay algunos que os traen alborotados y quieren trastornar el Evangelio de Cristo. Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os predique un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema”; por tal razón también Él juzgará a cada uno su forma de actuar al fin de los tiempos y nadie podrá justificarse). Así pues, si bien es cierto que por su propia naturaleza la herejía corta el vínculo espiritual con la Iglesia, no corta el vínculo jurídico a menos que el afectado se aparte de la iglesia por iniciativa propia, o que su herejía sea dictaminada oficialmente por las autoridades eclesiásticas. Esto quiere decir que aunque el Papa Francisco puede estar separado espiritualmente de la Iglesia (sólo Dios lo sabe), (¿Qué aún no le ha quedado claro sobre la situación de quienes incurren en herejías?) sigue miembro legal de ella porque no ha sido declarado jurídicamente depuesto por el dictamen de la Iglesia, ni la ha abandonado de propósito, aunque haya profesado herejías materiales o incluso pecado externamente contra la fe. Eso sí, nos preguntamos por cuánto tiempo seguirá Dios permitiendo que Francisco cause estragos en la doctrina y la praxis de la Iglesia antes que las autoridades pertinentes tomen medidas legítimas. (Eso de que continúe como miembro de la Iglesia sólo ya corresponde en fuero jurídico como legalismo). Es posible que esta crisis sin precedentes sea un justo castigo por la desobediencia de los últimos ocho papas a la orden de Nuestra Señora de Fátima de consagrar a Rusia, y no termine hasta que por fin se haga caso de su mandato. (Se tuvo la oportunidad pero ya se perdió porque el mal profetizado hizo estragos, el castigo sigue su secuencia. Queda que oremos porque Dios se apiade de nosotros y volvamos a la Sagrada Tradición de la Iglesia y no sigamos las falsas enseñanzas del ocupante hereje de la Silla de San Pedro)."
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Finalmente, puedo concluir que si bien la Iglesia hoy tiene un Papa, cuya denominación por primera vez hoy correspondería sólo a un término legal, es decir, con una potestad de jurisdicción orgánica y protocolarmente apareciendo ante el mundo como el líder de la Iglesia Católica; no obstante, no se puede decir que es el Vicario de Cristo, pues, en sus actos, en su forma de pensamiento y credo que manifiesta abiertamente no sustituye a Cristo. Dios permite al hombre su libre albedrio y lo hace con su Iglesia, permite que pueda suscitarse estas cosas para purificación de la misma por sus infidelidades. El que se sienta hoy en la Silla Petrina es un hereje y está separado espiritualmente de la Iglesia, lo que metafísicamente se traduce de que no puede tener jurisdicción sobre las almas, aunque no esté separado jurídicamente como lo debieran haberlo realizado las autoridades eclesiásticas, quienes al aceptarlo están compartiendo su delito, porque Francisco debería ser amonestado, separado formalmente y retirádo del Papado; no obstante, no se exime de culpa a los católicos que lo sigan, quienes por ignorancia a la Sagrada Doctrina aceptan las enseñanzas heréticas de Francisco, pues deberían haberse preocupado de conocer mejor su fe, pero aún más culpables son aquellos que no ignoran las materias heréticas, y por necia complicidad o conveniencia estarán en franca herejía compartida con Francisco, todos ellos en peligrosa situación de condenación de sus almas al encontrarse fuera de la Iglesia. La Iglesia Católica, Apostólica y Romana se encuentra remanente en el mundo, y la componen la Jerarquía y los fieles quienes continuamos leales a la Sagrada Tradición de la Iglesia desde hace 2000 años y luchamos porque la Iglesia vuelva a unificarse con un Papa Santo que continúe “confirmando en la fe a sus hermanos”.
Fuente : Adelante la Fe – The Remnant.
https://adelantelafe.com/ha-dejado-francisco-de-ser-papa-por-ser-hereje/